Territorio Sitges


Si existe un festival que comulga con el espíritu de La Bobina de Pandora, indudablemente este es el Festival de Cine de Sitges. Aunque solo haya podido acudir en dos ocasiones, de las que ya dejé constancia en este blog (Sitges 2012 y Sitges 2018), he estado atento a su palmarés año tras año desde que tengo uso de razón, por lo que considero conveniente rendirle un pequeño homenaje. Para ello, he creado una entrada por cada edición, empezando a contar desde el año en que cumplí los dieciocho (esto es, desde Sitges 2003). ¿Por qué? Bueno, pues porque Sitges no es apto para menores.

En cada una de las entradas señalo la mejor película de esa edición según el jurado, la mejor película según el que esto escribe y todas las demás películas que, antes o después, he tenido la oportunidad de ver. Para terminar, también existe una entrada especial, Sitges 1968-2002, que si bien no dedica tanto espacio a cada edición, no es por ello menos exhaustiva. Creo que de esta forma queda bien cubierto el lapso que va desde el inicio del festival hasta mi mayoría de edad.

Sin más, me despido. Bienvenidos al territorio Sitges.